Crónica Viña Rock: Día 2

Pepo, vocalista del grupo en plena acción.

Tras un caluroso primer día de festival que causó estragos en todos los asistentes del Viña Rock, Villarrobledo amanecía en su segundo día con una pequeña tregua. Despertamos con el cielo nublado y ciertas rachas de viento que aliviaron la mañana y permitieron coger fuerzas para encarar un día cargado de conciertos. Un viernes que desde primera hora de la tarde contaría con bandas nacionales de rock sobre los escenarios del Viña. Los asturianos Desakato fueron los encargados de abrir el escenario Poliakov y conseguir los primeros pogos de la tarde, ante un jóven público que se dejó la voz (y algunos algo más), y que mostró no importarle el incesante sol que caía sobre Villarrobledo antes de las cinco de la tarde. A Desakato tampoco le importó la temprana hora de actuación, iban a dejarse todo en el escenario.

La banda asturiana tiene cada vez más tirón y prueba de ello son la cantidad de seguidores que acudieron a la cita. Desde el inicio Desakato dejó claro que no iban a faltar clásicos y muy pronto sonó el conocido 'Octubres Rotos' para euforia de los asistentes. Un tema que recuerda la 'Revolución de 1934' que los mineros asturianos llevaron a cabo durante el bienio radical-cedista de la II República.


Desakato tocó temas de sus cuatro álbumes de estudio, y así nos pudimos deleitar con temas más añejos como 'Contra la Pared' que se alternaban en el set-list con canciones de su último disco "Buen Viaje". 'Pánico en Frankfurt' y 'La ira de los hambrientos' presentaron en Villarrobledo la evolución que los asturianos han sufrido en los últimos años; una evolución que los hace sonar más potentes y duros que tiempo atrás. Al igual que el calor Desakato no dio tregua, y casi de seguido fue enlazando una canción tras otra hasta comerse los cincuenta y cinco minutos de los que dispuso. El final no pudo ser mejor; faltaban dos temas casi imprescindibles para cerrar el directo: 'Cada Vez' y 'Cuando salga el sol' . Con ganas de más se quedaron los asistentes al concierto, pero Desakato ya había consumido su tiempo de actuación y era hora de ver a otros clásicos nacionales, los Sínkope.

Pablo, vocalista de Desakato luciendo una bonita y clásica Les Paul.

No tuvimos que andar mucho para verlos ya que el escenario Zhem nos esperaba en el otro lado del foso. Un escenario principal que habría la tarde con los extremeños Sínkope y su rock urbano traído a Villarrobledo por parte de Vito y los suyos. Con veinticinco años a sus espaldas la banda se ha convertido en un icono del rocanrol nacional que no podía faltar a la cita XX Aniversario del Viña Rock. El calor no cesó, y las altas temperaturas nos acompañaron durante el transcurso del concierto, intentando éstas ser mitigadas en algunos momentos con agua hacia el público asistente por parte del personal de la organización.

En cincuenta y cinco minutos Sínkope mostró en Villarrobledo lo mejor de su discografía tocando temas clásicos que todo aficionado al rock español tiene grabados en su mente. Entre otras sonaron 'Humo de Contrabando' y 'En tarros de miel' para gozo y disfrute de los fans. Los extremeños mostraron estar cargados de energía tras la salida de su último disco "Museo de Rejas Limadas" y sobre el escenario dieron un recital de rock callejero que encendió la mecha de un público acalorado y cada vez más mayoritario.

Vito de Sínkope, interaccionó en todo momento con el público.

Tras Sínkope, el rock español se tomó un descanso y no volvió aparecer hasta primera hora de la noche. Era el turno del genio de Carabanchel. En el XX Aniversario del Viña Rock, Rosendo Mercado no podía tener falta y su nombre sobresalía alto y claro en el escenario Zhem. Todavía acompañado de la gira 'Mentira me parece', Rosendo pisó el suelo de Villarrobledo para ofrecer un espectacular concierto cargado de temas novedosos que se mezclaron perfectamente con los clásicos que tan aclamados fueron por los fans. La guitarra de Rosendo parece eterna, como eternos son ya 'Flojos de Pantalón' o 'Agradecido', temas que no faltaron en el set-list de la banda y que mostraron una gran unión en el público a pesar de las claras diferencias de edad que vimos en algunos casos. El rock no entiende de edades, y cuando encima del escenario está uno de los mejores representantes de este género la conjunción entre jóvenes y adultos es un hecho.

Rosendo elaboró un set-list que en sus primeros compases contó con varias canciones de su último disco "Vergüenza Torera"; 'Al lodo brillo' y la homónima al disco entre otras, calentaron la segunda noche del XX Aniversario del Viña Rock junto a los clásicos ya mencionados anteriormente. 'Agradecido' se fue Rosendo, y agradecidos nos quedamos por la calidad con la que nos deleita cada vez que se sube encima de un escenario.

Rosendo acompañado de su mítica Stratocaster.

Tras Rosendo, el lado más freak del festival empezaba a coger tono. Si Gigatrón ya había alterado con su extravagante actuación el escenario Poliakov la noche anterior, el viernes le tocaba el turno al Reno Renardo. Un ejemplo de como a través de Internet un grupo puede llegar a hacerse conocido. Pocos conocen al Reno de años atrás, y lo cierto es que hasta la salida de su penúltimo disco 'El Improperio Contrataca' no empezaron a hacerse un hueco en los festivales de la península. Repetían en Villarrobledo y no dejaron insatisfecho a nadie. El Reno Renardo tocó todos los palos de su discografía y los asistentes disfrutamos y reímos (con el Reno resulta misión imposible no hacerlo) con temas como 'El Bogavante' o 'Crecí en los ochenta' que son ya más que conocidos por los fans de este grupo de freak metal. Como curiosidad, El Reno Renardo incorporó un extenso remix formado por canciones de todos sus discos como 'Yonkis sobre ruedas', 'Fiesta Palangana' o la animada versión de Guns and Roses 'Me he comprado un chándal' ('Welcome to the jungle').

Jevo y Ander en estado puro.

La banda demostró una vez más que tienen mucho que decir sobre los escenarios, y que poco a poco sus instrumentos se entonan mejor en los directos. No faltó la clásica 'Camino Moria', que en ciertas partes parecía describir algún camino oculto de la ruta hacia Villarrobledo. El Reno nos calentó y nos dejó extasiados antes de disfrutar de un concierto más relajado y de un género que se ha hecho un hueco propio en el Viña Rock. Hablo del reggae, y más concretamente de unos de sus mejores exponentes: The Original Wailers.

La legendaria banda de reggae que llegó a contar en sus filas con la presencia de la leyenda jamaicana de Bob Marley, pisaba por primera vez Villarrobledo pero no lo pareció, ya que la conexión entre la banda y el público fue total. En el escenario Coolway pudimos relajar nuestras mentes y escuchar una tras otra, las míticas canciones del grupo jamaicano. Aprovechamos para descansar y entrar en el 'buen rollo' que canciones como 'Jammin', 'Could you be loved' o 'Three Little Birds' transmiten en sus ritmos y letras. Un concierto que estuvo hasta la bandera y que sirvió para relajar tensiones antes de animarnos con el rap político con toques de punk que Los Chikos del Maíz nos tenían preparado.

Si el concierto de The Original Wailers estaba hasta la bandera, el de los valencianos estuvo hasta la bandera y más allá del mástil. La dificultad para avanzar y alcanzar una buena posición en el concierto de Los Chikos del Maíz se convirtió casi en una actividad de riesgo, y es que éste fue uno de los conciertos que contó con mayor presencia de público viñarockero. Había muchas ganas de disfrutar de lo nuevo de los valencianos, y no tardaron en deleitarnos con nuevos y agitados temas como 'Indies con flequillo' o 'La Estanquera de Saigón', single que da nombre a su último trabajo discográfico. Los Chikos del Maíz apostaron por ofrecer en Villarrobledo un concierto cargado de sus últimas temas, los cuáles se intercalaban con algunos clásicos de la banda y otros temas que no pueden faltar ya en sus directos como 'Mi Patrina Digna' (con la colaboración de Pablo de La Raíz) o 'Paraísos artificiales'. Lo clásico fue corto pero intenso y no faltaron himnos como 'Fear of a Mazorka Planet' que arrancó las primeras rimas de los asistentes o 'Los Hijos de Ivan Drago' que contó con la colaboración de Pablo Hasél.

Los Chikos del Maíz durante la rueda de prensa que ofrecieron.

Canciones reivindicativas que inundaron esta vigésima edición del Viña Rock, y que provocaron alguna que otra colaboración más sobre el escenario; por ejemplo Panxo de Zoo subió a cantar el estribillo de 'Vacaciones en Suiza'. Los Chikos del Maíz cada vez se sienten más cómodos en el escenario y el concierto de Villarrobledo es una excelente prueba de ello; el público se animó y aunque pudiera echar en falta una mayor presencia de clásicos en el set-list, en el escenario Canna vimos una auténtica fiesta viñarockera.

La noche estaba llegando a su fin, pero no podíamos despedirnos del segundo día del Viña Rock sin ver a Reincidentes. Los sevillanos repiten año tras año, y una vez más se subieron al escenario Zhem para levantar pasiones y hacer sonar bien fuerte el espíritu rockero de libertad y crítica que se esconde tras sus canciones. Ante un público multitudinario y enloquecido Reincidentes ofreció cincuenta y cinco intensos minutos de repaso a los grandes temas que conforman su discografía; así escuchamos temas míticos como 'Ay, Dolores' o 'Vicio' que consiguieron despertar a aquellos asistentes que empezaban a mostrar los primeros signos de cansancio. El día había sido duro pero los sevillanos supieron dejarnos para el final de su concierto una larga lista de clásicos como 'La Republicana' o 'Cucaracha Blanca', las cuáles seguían generando pogos a altas horas de la madrugada. El concierto fue una buena muestra del genial estado de forma en el que se encuentra el cuarteto tras más de tres décadas de carretera y muchos bolos a sus espaldas.

Fernando, voz y líder de Reincidentes sobre el escenario Zhem

Con Reincidentes pusimos el broche a nuestro segundo día por tierras albaceteñas, necesitábamos descansar porque el último día presagiaba ser bastante movido.

Carlos Saura Cebrián / @CarlosSC14