Hace tan solo unos 6 años,
Gritando en Silencio sacó su primer disco, un trabajo impecable con todo tipo de ritmos roqueros, e incluso innovando con algún blues. En 2011 nos volvió a sorprender con
Maldito, su segundo trabajo discográfico que se habría con «
Vértigo», quizá la canción que más ha escuchado su público de este disco. Y por último,
Edad de Mierda, su trabajo más reciente y estrenado este febrero, toda una declaración de intenciones y, en palabras del grupo, prometía ser el disco más cañero de todos.
 |
Dani y Kata cantando encima del escenario. Miguel Ángel Gil |
El viernes 20 de febrero comenzó una gira muy esperada por todos sus seguidores. No suelen hacer muchos directos, y por eso se les espera con tanto fervor. El segundo día de su vuelta a España, les tocó subirse al escenario de la
Sala Garaje, en Murcia, acompañados por su banda telonera, los
Carroña.
Mucha gente estaba en la sala para ver al 'grupo principal', y para nada se esperaban la caña que les iba a dar
Carroña. La banda madrileña superó con creces todas las expectativas posibles, e hicieron vibrar al público como pocos saben. Su mezcla de rock y rap no decepcionó a ninguno, ya que el que no se sabía las letras, las vivía a empujones dentro de los pogos huracanados que se formaban al pie del escenario. Dieron hasta el último aliento, porque 'para ser carroña, hay que morir primero'.
 |
Los Carroña despidiéndose. Miguel Ángel Gil |
No contento con lo que veía en la sala, o envidioso de no estar dentro del corro que ocupaba la parte baja del escenario,
Dani, depredador en los conciertos, quiso mostrar cómo se hacían los pogos en su tierra, y se fusionó así con el público, que saltaba más alto, cantaba más fuerte y vivía al límite ese momento paradisíaco. Quedó suficientemente claro que la acogida del público fue brutal, y que los
Carroña dejaron el listón bastante alto.
Ya apelotonados en la sala, se auguraba el momento del clímax. Tras el telón se intuían los movimientos de los sevillanos y sus afinados instrumentos. El público ya calentaba la voz con las canciones que se proyectaban en la gran pantalla que tapaba el escenario,
Extremoduro, Los Porretas, Los Benito y demás videoclips se ahogaban bajo el canto unísono de los asistentes. Y por fin, tras una larga espera se retira la barrera y entran en escena
Gritando en Silencio.
 |
Gritando en silencio. Miguel Ángel Gil |
Con apenas unas semanas de vida, el nuevo trabajo discográfico no era para nada un desconocido. Todos los asistentes ya se sabían casi todas las canciones al pie de la letra, y las sentían tanto hasta el punto que, en uno de los comentarios entre canciones,
Marcos, el cantante del grupo, se sorprendía diciendo que ni él mismo se escuchaba, y eso le encantó.
Avisaron que llevaban mucho tiempo fuera del directo, que no estaban acostumbrados y temían de que algo no saliese bien, como el paripé de salir del escenario para volver a tocar la última canción.
«Eso se nos da fatal», advirtió Miguel Ángel Santos, el guitarrista principal.
Marcos, valga el juego de palabras, se marcaba sus pequeños monólogos para explicar el significado de muchas de sus canciones, lo que le daba juego para bromear con el guitarrista y el bajista, su más reciente incorporación, Curti.
El concierto no fue entero para promocionar el nuevo disco, nada de eso. No querían dejar al público con las ganas de escuchar las canciones que tanto han caracterizado a la banda, como «Vértigo», «Mírame desnudo» o «A la luz de una sonrisa», entre tantas otras. Emocionaron con sus ritmos lentos, con sus canciones más cañeras e incluso con la simple puesta en escena.
 |
Marcos saludando al público. Miguel Ángel Gil |
Nadie se esperaba esta gran acogida por parte del público, parecía que era insuperable el paso de otras bandas de rock por aquel escenario, pero nada tiene que envidiarle a otros grandes de este género con más kilómetros recorridos, repito, nada. No podemos decir que este sea su trabajo más cañero, quizá porque aún no se ha escuchado tanto como los dos primeros discos o las maquetas anteriores, y todavía no podemos destacar ningún tema de Edad de mierda que caracterice al grupo andaluz. Pero al final, pañuelo en la cabeza, punteo limpio, base firme y mucha «Actitud», deja claro que el rock es un estilo de vida, nuestro estilo de vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario