Ir a ver un concierto en Sala Revolver es siempre una odisea. La sala es pequeña, el escenario ínfimo. No es lugar dónde se pueda ver a los grupos bien, ni donde las bandas estén con espacio en el escenario. No tendría ninguna relevancia si el local no se llamase Sala Revolver, una sala de conciertos en el centro de Murcia debería ofrecer algo más, aparte de los sofás claro.
Anoche se ofreció ese algo más. No me canso de admirar la buena escena rockera y metalera que tenemos en Murcia, y los pocos sitios realmente buenos en los que pueden demostrar su calidad en directo. Y ayer un grupo la demostró y con creces. Estoy hablando de Dos Ciruelos Descomunales.
Caña, caña y caña. Eso han demostrado a lo largo de su pequeña actuación, 20 minutos intensos, donde su estilo, muy cercano a Def Con Dos (Dani, uno de los cantantes, me confesaría que comenzaron como homenaje a ese grupo, más tarde empezaron a hacer sus propias composiciones) hizo a la gente saltar, bailar y disfrutar como no había visto en mucho tiempo.
Las tres voces se complementan muy al estilo de los madrileños, la guitarra es cañera al igual que el bajo, pero siempre se puede mejorar, o intentar darle más protagonismo. La batería cumple con su cometido. En conjunto, la banda suena muy bien, pero deben crecer. Lo más importante que tienen son sus ganas de comérselo todo, el escenario se les quedó pequño aún con sus defectos, se comían el escenario, el público y la sala. Da gusto ver grupos así.
Carlos J. Rosique
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